El 23 de marzo se celebra el Día Mundial de la Rehabilitación con el objetivo de concienciar de la importancia de los tratamientos rehabilitadores para quienes sufren enfermedades neurológicas o físicas, y que además pueden recuperar la independencia o cuidados mínimos si reciben una rehabilitación intensiva o temprana. Y, también para concienciar sobre la necesidad de fortalecer los sistemas de salud en materia de rehabilitación.
Unos 2.400 millones de personas en el mundo tienen alguna afección de salud que necesita de rehabilitación y en España son 4.38 millones las personas que tienen discapacidad (aproximadamente el 10% de la población), que son susceptibles de necesitar tratamientos de Rehabilitación y Medicina Física.
Para profundizar sobre este tema y conocer la importancia de la labor de las enfermeras en este campo, charlamos con Bibiana Noya Blanco, supervisora en la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación del HUAC.
¿Puede describirnos brevemente la labor de las enfermeras en el Servicio de Medicina Física y Rehabilitación del Hospital de A Coruña y su importancia en el tratamiento de los pacientes?
La labor de la enfermería va desde los cuidados básicos necesarios para ayudar al paciente dependiente en las actividades básicas de la vida diaria hasta cuidados más complejos y específicos que requiere el paciente hospitalizado, como pueden ser el control de síntomas, mantener y restablecer funciones, prevenir complicaciones, manejo de sondas, cánulas, administración de medicación, educación a pacientes y familiares en la nueva situación de salud, entre otros.
De todos los profesionales que participan en el proceso de recuperación del paciente somos los que estamos las 24h con paciente y familia, y por tanto somos los que detectamos todas las necesidades que ellos puedan tener durante el proceso. Somos la primera toma de contacto para el paciente ante cualquier situación que se pueda plantear y somos quienes tenemos que saber interpretar esta información para dar respuesta a estas necesidades, tanto si esta respuesta tiene que darla directamente el personal de enfermería como si se trata de una situación en la que tengan que intervenir el resto de profesionales.
¿Cómo valoraría el poder tener una enfermera de consulta, qué beneficios aportaría al servicio?
Tener una enfermera de consulta lo valoro como algo muy positivo para el Servicio y por lo tanto para pacientes y familiares. Sería un valor añadido a todo el trabajo que está llevando a cabo el equipo médico en estos momentos, pudiendo colaborar con las técnicas que se realizan en las consultas, pudiendo aumentar el tipo de técnicas a aplicar en algunas patologías y agilizando el proceso previo a la aplicación de otras.
Además, contar con una enfermera gestora de casos para el seguimiento de pacientes que han estado en la unidad de hospitalización, así como de pacientes crónicos a seguimiento en Consultas Externas, sería un gran apoyo para el paciente tras el alta o durante su proceso de enfermedad, y un gran nexo entre paciente y facultativo. De esta forma se mejoraría sustancialmente la calidad de los cuidados prestados al paciente.