La situación epidemiológica mejora en Galicia. Los contagios de gripe alcanzaron el pico máximo la última semana del año, según la Consellería de Sanidade; durante unos días se mantuvieron estables y desde vísperas de Reyes son cada vez menos. No se descarta un ligero repunte, consecuencia del regreso a las aulas, pero si la tendencia se consolida —y la comunidad consigue encadenar otra semana más a la baja— el uso de la mascarilla, obligatorio por imposición del ministerio desde este miércoles en hospitales y centros de salud, podría pasar a ser voluntario. Será la Xunta la que tenga la última palabra: atenta a los datos, valorará el panorama en unos días y decidirá si la imposición se mantiene o no.
En esa semana de arranque de año fueron hospitalizadas en Galicia 425 personas con gripe confirmada, un 7 % menos que la semana previa. Ingresaron, sobre todo, mayores de 65, elevando el total de hospitalizados por este virus esta temporada en 2.474. Absolutamente todos tenían gripe A.
El pico a nivel nacional
A nivel nacional, lo peor todavía acaba de pasar. Fue la última semana del año la que encendió todas las alarmas, con los positivos por gripe disparados tras varias semanas al alza. En siete días los contagios aumentaron un 75 % y los ingresos un 61 %. La epidemia estacional adquirió entonces un carácter preocupante, con mayor intensidad que las de años previos y niveles de infectados prepandemia, lo que llevó a seis comunidades a imponer el uso de la mascarilla en los centros sanitarios. Con el objetivo de unificar criterios, el Ministerio de Sanidad estableció este miércoles el carácter obligatorio del cubrebocas en hospitales y centros de salud de todo el país. Lo hizo a través de una orden que contempla que «aquellas comunidades que presenten datos de descenso de la incidencia acumulada durante dos semanas consecutivas podrán pasar, si así lo consideran adecuado, de la situación de obligatoriedad a una situación de recomendación de uso».
El escenario empieza poco a poco a cambiar. Por primera vez en cuatro semanas, la incidencia de gripe disminuye en atención primaria y se contrae la tasa global, que pasa de 966 casos por cien mil habitantes a 935, según el último informe del sistema de vigilancia de infecciones respiratorias agudas (SiVIRA) del Instituto de Salud Carlos III, referido a la primera semana de enero. Los datos de Sanidad constatan una bajada de contagios en hasta diez comunidades; Cataluña, Aragón y Navarra siguen, sin embargo, al alza.
Mientras en casi todo el país la campaña de vacunación ha resultado decepcionante, en Galicia ha conseguido altas tasas de adherencia. Ampliada —por segunda vez— hasta el viernes 26 de enero, inmuniza cada día una media de 3.000 personas.
Por franjas de edad, el 82 % de los gallegos mayores de 80 años se ha vacunado y de los de más de 65 se han inoculado el suero contra la gripe el 74 %. También los niños menores de cinco años están medianamente protegidos: aunque de momento las cifras no han alcanzado el objetivo marcado —en el 60 %—, un 52 % se han puesto ya la inyección. El año pasado la proporción se quedó en el 54 %.
La situación es distinta en estos cinco territorios. Mientras Andalucía y Extremadura tienen una tasas de 459 y 675 casos por cada cien mil habitantes —casi la mitad que la media nacional— Cantabria y Canarias presentan incidencias de 1.243 y 1.122, respectivamente. Mejoran su pésima situación de hace 15 días, pero superan de largo la media española, lo que hace bastante más difícil que pasen de inmediato a la recomendación con tan alto número de infecciones.