Fuente: Diario Enfermero
Cristina Ruizsegria es la enfermera de práctica avanzada en cirugía cardiotorácica en Reino Unido y miembro del Comité de Enfermería en la Asociación EACTS (European Association of Cardio Thoracic Surgery) que ha puesto en marcha una beca de 5.000 euros que dará la oportunidad de conocer en profundidad -en una estancia en otro país europeo- el modelo de trabajo en cardiología y cirugía torácica de otros centros en Europa. Una ayuda a la que podrán aplicar, hasta el próximo 1 de mayo, todas las enfermeras con perfil en cardiología o cirugía torácica.
«La beca es para aquel profesional motivado y con ganas de cambio que quiera visitar otro centro en Europa para ver cómo los roles avanzados funcionan en los equipos clínicos. La beca está pensada para visitar dos centros en Europa y acudir a una de las conferencias anuales donde la enfermera de práctica avanzada presenta diversos proyectos. Además de una visita a una de las universidades de referencia para conocer la faceta académica de estos roles. Por supuesto, estos roles no se pueden implementar de la noche a la mañana en ningún centro, pero gracias a esta beca se podrá aprender cómo adoptar algunos aspectos del rol para modernizar, agilizar o mejorar procesos asistenciales vigentes«, explica esta enfermera.
Esta supone una oportunidad única para esas enfermeras que llevan años trabajando en el mundo de la cirugía cardíaca y torácica y que, ahora, quieren dar un paso más allá. Con esta beca, tendrán la oportunidad de visitar otros centros donde la enfermería tiene un papel muy importante en el seguimiento del paciente, además podrán conocer otros profesionales y colectivos y así profundizar también en el trabajo académico que hay detrás de un rol de práctica avanzada.
«En el mundo de la práctica avanzada, no solo los profesionales de enfermería se benefician de esta oportunidad. En el Reino Unido, otros sectores sanitarios se han dado cuenta de las mejoras y beneficios que aportan estos profesionales, implementando estos roles, con un proceso de formación unificado llamado Practicante de Clínica Avanzada (Advance clinical Practitioner ACP) en inglés, para elevar a profesionales de la salud al nivel de práctica avanzada. Estos otros profesionales pertenecen a sectores sanitaros tales como paramédicos, fisioterapeutas, terapia ocupacional, farmacéuticos, radiología e imagen o podología. En el ámbito de enfermería, los roles de práctica avanzada abarcan desde centros de salud, pediatría, cuidados paliativos, así como otras especialidades, como traumatología, urgencias, urología, neurología o salud mental, entre otros», sigue Ruizsegria.
Enfermería de Práctica Avanzada
Las enfermeras de práctica avanzada se han definido de muchas maneras durante los últimos anos, pero en realidad es un colectivo muy motivado que cuenta con una amplia experiencia en su especialidad, en la cual ha adquirido unos conocimientos y habilidades avanzadas relacionadas con el diagnóstico y tratamiento del paciente, además de proporcionar un seguimiento continuado durante ese proceso de enfermedad. «En mi caso incluyen habilidades quirúrgicas como extracción de la vena safena y la arteria radial durante la cirugía cardiaca de Bypass Coronario, historia y examen clínico y, seguimiento de medicación y prescripción, entre muchos otros. Este colectivo potencia su rol más autónomo, pero siempre trabajando en equipo con todos los demás miembros del equipo multidisciplinar, que participante en la recuperación del paciente», continúa.
Pero, ¿saben las enfermeras cómo llegar a profesionalizarse de esta forma? Esta enfermera nos cuenta cómo fue su proceso de formación, que sin duda, servirá de inspiración para las futuras generaciones de enfermeras de práctica avanzada. «Por supuesto este rol avanzado también requiere de una parte académica, a través de un Máster específico para cada especialidad y rol, y una parte de práctico-clínica en el mismo puesto de trabajo. En mi caso, pasé un proceso de selección en el cual se valoró la experiencia en la especialidad, además de otras cualidades como la capacidad de liderazgo, agente de cambio, trabajo en equipo y comunicación. Durante los tres primeros años, con la ayuda de un mentor completé un portfolio de competencias específico para mi especialidad en cirugía cardio-torácica, además de un determinado número de horas en el departamento en las diferentes áreas, como son quirófano, planta y consultas externas», explica la enfermera de práctica avanzada.
Potenciar esta figura
La enfermera de práctica avanzada nace de la necesidad de mejorar la calidad de los servicios asistenciales incrementando la satisfacción y experiencia del paciente. Su rol mejora la toma de decisiones y potencia la fluidez del trabajo en equipo permitiendo que el profesional médico se pueda enfocar más en las tareas clínicas complejas delegando las tareas más específicas y previamente acordadas a la enfermera de práctica avanzada.
Con su implantación aparece el término intrusismo laboral y las voces críticas. «Estas afirmaciones quedan muy lejos de la realidad ya que este rol solo complementa las deficiencias ya existentes en un servicio de salud cada vez con más demanda y presión laboral», cuenta. «Durante muchos años el rol de enfermería se ha basado en un rol más pasivo con listas de tareas delegadas por el médico que no promueven ni enriquecen la profesión de enfermería. El rol de práctica avanzada aporta al profesional la independencia necesaria para la toma de decisiones, desarrollar protocolos asistenciales e incrementar la eficacia de los servicios mejorando la calidad de los cuidados. Esta independencia nos permite participar de forma activa en proyectos de investigación, gestión de recursos e incluso desarrollar, promocionar e implementar mejoras en educación», apunta Ruizsegria.
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