«Abordar un tratamiento farmacológico es más sencillo que un cambio de hábitos»

«Abordar un tratamiento farmacológico es más sencillo que un cambio de hábitos»

Fuente: Diario Enfermero

Elena Carrillo, supervisora de la Unidad de Docencia del Hospital Universitario La Paz de Madrid, es una de las autoras de la nueva guía de recomendaciones prácticas para enfermeras en el campo de la nutrición clínica.Además, cuenta con un máster en cuidados críticos, es experta en Urgencias y Emergencias y es profesora de grado en enfermería, primero en la Universidad Autónoma y ahora en la Universidad Alfonso X el Sabio. Carrillo explica en Diario Enfermero la importancia de abordar la nutrición, dada su relevancia para la salud, y también lo fundamental que es formar a las enfermeras en esta cuestión, a veces, algo desconocida por la mayoría de la profesión.

¿Cuál es el rol de las enfermeras en el manejo de la desnutrición cuando está relacionada con la enfermedad?

El rol que tenemos las enfermeras frente a esa problemática es importante. Se debe implementar un cribado nutricional para identificar si el paciente está desnutrido o en riesgo de desnutrición e implementar una serie de actividades y acciones en todos los niveles asistenciales. Esto incluye proporcionar una alimentación más rica en calorías o en proteínas, usar suplementos nutricionales orales o valorar si es necesario aplicar una nutrición artificial, como la nutrición enteral o parenteral, que también tratamos en la guía. Un aspecto importante de la misma es observar cuando la desnutrición está relacionada con la enfermedad, ya que las consecuencias son significativas: afectan a la morbilidad de nuestros pacientes, retrasan la cicatrización, incluso la consolidación de fracturas, prolongan la estancia hospitalaria, aumentan la tasa de reingresos e, incluso, influyen en la mortalidad.

Esta guía es ágil y de consulta rápida. ¿Qué se van a encontrar las compañeras al leerla?

Sí, en la guía se hace un recorrido de las herramientas disponibles para la prevención de la desnutrición relacionada con la enfermedad. En el primer capítulo hablamos sobre el cribado nutricional, cuyo objetivo es diagnosticar y reconocer a los pacientes que están en riesgo de desnutrición o desnutridos, para implementar una serie de cuidados nutricionales. En el segundo capítulo se aborda el uso de suplementos nutricionales orales, que mejoran la evolución de los pacientes y complementan su nutrición habitual. Es importante entender que estos suplementos no sustituyen la dieta oral, sino que la complementan. En el tercer capítulo se habla sobre la nutrición artificial, tanto enteral como parenteral, que es muy utilizada en el ámbito hospitalario y domiciliario. Este tipo de nutrición suple totalmente la alimentación convencional de aquellos pacientes que no pueden alimentarse de forma habitual.

Vista la importancia de la nutrición, ¿cómo desde enfermería se puede implicar a la familia, los cuidadores y los propios pacientes?

Es muy importante mantener bien informados a los pacientes. Hay que proporcionarles una información clara, sencilla y adaptada a sus necesidades nutricionales y a su vida cotidiana. Debemos crear objetivos claros y concisos, adaptados a la realidad de cada paciente. Además de informarles sobre qué cambios deben realizar en su alimentación habitual, es crucial que el consejo dietético incluya las razones que motivan ese cambio, para que el paciente entienda qué debe hacer y por qué es importante. En determinados casos, es importante incluir a la familia para implementar esos cambios de hábitos. Como enfermeras, debemos participar activamente y tener en cuenta la motivación del paciente.

¿Es complicado cambiar hábitos nutricionales?

Sin duda, cambiar hábitos nutricionales es más complicado que seguir una pauta farmacológica. Si la alimentación del paciente no es suficiente o incluso con el uso de suplementos nutricionales orales no se cubren sus necesidades, recurrimos a un soporte nutricional externo. En casos donde la patología o una cirugía específica impiden cubrir las necesidades nutricionales, utilizamos tanto la nutrición parenteral como la enteral. Estos tipos de nutrición están muy extendidos en el ámbito hospitalario y domiciliario, y es esencial que las enfermeras tengamos conocimiento sobre sus indicaciones, manejo, uso y complicaciones. Para ello, es fundamental contar con guías de práctica clínica y protocolos para ofrecer cuidados de calidad.

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