Fuente: La Voz de Galicia
Desde hace 28 años, cuando en 1995 se puso en marcha el programa de trasplante de hígado, los cirujanos hepáticos del Hospital Universitario A Coruña (Chuac) no habían vivido seis días tan frenéticos. A recambio vital por día. El equipo dirigido por Manuel Gómez Gutiérrez marcó la semana pasada un nuevo récord de actividad de su grupo al computar ocho extracciones (uno de los órganos se envió para una urgencia cero, con prioridad en toda España, a Asturias y otro donante no resultó viable) que permitieron dar una segunda y vital oportunidad a seis pacientes. Los seis evolucionan bien.
La maquinaria, que se puso en marcha el pasado martes por la noche y finalizó el domingo de madrugada, permitió no solo el nuevo hito en implantes de la víscera de la que dependen hasta medio millar de funciones esenciales para el organismo humano, sino también realizar otros seis trasplantes renales, uno de ellos de donante vivo, además de darle un corazón a un enfermo y nuevos pulmones a otro paciente. En total, 14 vidas rescatadas.
«En todos los años que llevo en este hospital, y en el 95 ya era R3 (médico residente de tercer año), nunca tuvimos una racha de este tipo», resume Javier Aguirrezabalaga González, jefe de Cirugía General y miembro del equipo de trasplante hepático. «En seis días, seis trasplantes es muchísimo trabajo, que implica a mucha gente, un estrés para todo el hospital», comenta antes de apuntar que «casi fueron siete, porque fuimos a por otro hígado, pero no era viable»-
Para llevar a cabo tal volumen, tres de los hígados procedieron de otras comunidades (uno de Asturias y dos de Santander) y fueron a buscar los demás a Ourense, Lugo y Ferrol.
Los receptores, de entre 50 y 67 años, «están todos bien, parte ya fueron pasando a planta y alguno de los últimos operados sigue en reanimación», comenta el especialista. Todo gracias a la solidaridad de las familias de los donantes, la mayoría fallecidos por hemorragia cerebral, aunque también alguno fue víctima de un accidente de tráfico.