¿Podrías describirnos las principales labores que realizas como enfermera en este centro?
La labor principal es la observación. Nos enfocamos en anticiparnos a cualquier malestar o cambio en la medicación de los usuarios, manteniéndonos siempre atentos. Es una labor más preventiva y de observación que de intervención directa. Además, es fundamental la comunicación constante con las familias y otros profesionales sanitarios para garantizar una vigilancia continua de la salud.
¿Cómo empoderáis a las personas mayores en la promoción de la salud y el bienestar?
Trabajamos en equipo y nos centramos en no normalizar ciertos aspectos que comúnmente se vinculan a la vejez. No es normal tener dolor, sentirse torpe o caerse con frecuencia, ni tampoco es normal sentirse desanimado o apático. Entendamos normal como lo más habitual. Hacemos mucha labor en recalcar que estos síntomas no deben ser considerados como algo inherente a la vejez, sino que se pueden prevenir y tratar.
¿De qué manera apoyáis a los familiares y cuidadores cuando detectáis que los mayores necesitan una ayuda adicional?
Cuando una familia detecta un problema en casa, suele ser el primer paso para contactarnos, ya sea por recomendación de su médico de cabecera o directamente. Nosotros realizamos una valoración integral de la persona, identificando problemas clínicos, funcionales y sociales. A partir de ahí, trazamos un plan de atención y lo seguimos de cerca. Además, también atendemos a personas que desean prevenir problemas futuros, lo cual es ideal, aunque aún no está muy instaurado. Por ejemplo, tenemos casos de personas mayores que acuden al centro preocupadas por no querer perder la memoria o la agilidad. A pesar de encontrarse bien físicamente, temen perder movilidad u otras capacidades. En estos casos, realizamos una valoración específica y también un plan de trabajo.
Hablabas antes de la colaboración con otros profesionales. ¿Cómo es exactamente esa colaboración?
Colaboramos estrechamente con diversos profesionales de la salud, siendo el geriatra nuestro principal referente. Por ejemplo, en muchas ocasiones me encuentro con personas que tienen dosis altas de medicación para dormir, lo que les provoca somnolencia, torpeza motora o incluso apatía durante el día. En estos casos, preparo un informe de derivación para el geriatra, quien revisa la medicación y ajusta el tratamiento si es necesario.
Además, también nos ocupamos de casos en los que los pacientes han realizado pruebas diagnósticas, como un TAC, pero no tienen aún un tratamiento instaurado, ya sea porque se encuentran bien en ese momento o debido a la tardanza en el sistema, que a veces no es todo lo ágil que desearíamos. En estos casos, la derivación al geriatra es directa, pero también trabajamos con atención primaria, enfermería comunitaria y la trabajadora social. A través de informes, recomendaciones y solicitudes de valoración, aseguramos que todas las áreas de la persona, ya sean clínicas, funcionales o sociales, estén cubiertas de manera integral.
Hablemos de la importancia de la enfermera dentro de un centro de día. ¿Cuál es tu opinión sobre la tendencia actual que promueve la atención geriátrica en entornos alejados de las zonas urbanas?
Me parece fundamental que las personas mayores no pierdan el arraigo con su entorno. El barrio donde han vivido, sus actividades cotidianas, todo esto es crucial, especialmente si hay un diagnóstico de deterioro cognitivo. Continuar con sus rutinas en un entorno conocido les permite mantener una calidad de vida mejor, tanto social como emocionalmente. Es muy estimulante para ellos encontrarse a diario con amigos de toda la vida en un ambiente familiar.
Mencionaste que tu trabajo se basa en la observación. ¿Qué tipos de cambios internos y externos observas más frecuentemente en las personas mayores?
En las personas mayores, es natural que en algún momento de la vida necesiten depender de otros, ya sea de un soporte profesional o familiar. Este apoyo puede venir de un centro de día, un cuidador a domicilio o incluso del sistema sanitario. Es fundamental entender que esta necesidad de recursos es algo natural para subsistir y mantener la calidad de vida.
Los cambios que más frecuentemente observamos incluyen patologías asociadas al deterioro cognitivo, enfermedades cardiovasculares, ictus o demencia. Sin embargo, quiero hacer mucho hincapié en que envejecer no significa inevitablemente sufrir un deterioro cognitivo o tener problemas de movilidad. Trabajamos mucho en no normalizar estos problemas como algo inevitable de la vejez. Además, los factores de riesgo como el estilo de vida o el tipo de trabajo realizado a lo largo de la vida influyen mucho en cómo se llega a la vejez.
Es importante destacar que muchos de nuestros usuarios acuden al centro antes de tener patologías diagnosticadas, lo cual es el mejor momento para trabajar en la prevención. También tenemos personas mayores que, aunque solo presentan condiciones comunes como hipertensión o diabetes bien controlada, muestran cierta fragilidad física o lentitud motora a medida que envejecen. Hay que distinguir entre una vejez con salud y una vejez con enfermedad, que son diferentes.
¿Cómo adaptas tus estrategias de cuidado para afrontar estos cambios de manera efectiva?
Con mucho apoyo del entorno familiar y profesional que cuida a la persona, especialmente cuando hay una patología. Nuestro objetivo principal es garantizar que la persona mantenga la mayor autonomía posible, y para ello, trabajamos de manera integral en las cuatro áreas clave de la valoración geriátrica: clínica, funcional, social y cognitiva.
No es un trabajo que realizo de manera individual, sino que es el equipo que incluye terapia ocupacional, fisioterapia y educación social, todos ellos fundamentales en la atención a personas mayores. Juntos, elaboramos un plan de trabajo personalizado para cada paciente, que nos permite detectar y buscar soluciones que mantengan su calidad de vida y autonomía.
Por ejemplo, si un paciente ha sufrido un ictus y presenta una hemiplejia, no nos limitamos a aceptar las limitaciones impuestas por la condición. La terapia ocupacional juega un papel clave aquí, proporcionando productos de apoyo y adaptaciones que permiten al paciente realizar muchas de las actividades que antes podía hacer. Incluso en el área de la comunicación, existen herramientas y estrategias que podemos implementar para normalizar la situación y devolverle al paciente su independencia.
Si existe un problema, lo abordamos directamente y vamos a intentar que tengan la mayor calidad de vida y autonomía, que al fin y al cabo es el objetivo máximo.
Es evidente que vuestra especialidad es muy específica. ¿En qué se diferencia la enfermería geriátrica de otras especialidades?
La enfermería geriátrica es una de las especialidades más sociales de la enfermería. El contacto con el paciente es constante, y la forma en que tratamos con ellos es fundamental para ganarnos su confianza y brindarles apoyo emocional y sobre todo establecer ese vínculo demi enfermera me conoce sabe lo que necesitosé que si tengo un problema recurro a ella y va a buscar la mejor estrategia para solucionarlo.
Esta especialidad es también muy gratificante porque todos, si todo va bien, llegaremos a ser mayores algún día, y es reconfortante pensar que encontraremos profesionales dedicados a nuestro bienestar.
Me gustaría encontrar profesionales que de verdad disfruten de su trabajo, que tengan vocación y que además se preocupen por el bienestar de las personas mayores. Que tanto yo, como el resto de los mayores, nos encontremos lo mejor posible, que es el objetivo final de este tipo de equipos de trabajo: brindar apoyo emocional y calidad de vida. Hay una frase que me gusta mucho y que resume la manera en que trabajo aquí, junto a mis compañeros: "Nos gusta dar vida a los años, y no años a la vida". Eso es lo que buscamos, darle calidad a la vida, vivir lo mejor posible.
En la Ley de Residencias no se incluye la figura de especialista geriátrica. ¿Consideras que debería incluirse?
Sería ideal que en todos los centros donde se atiende a personas mayores hubiera profesionales especializados, ya sea enfermeros, terapeutas o fisioterapeutas. Tener la posibilidad de especializarse y trabajar en el área que más te gusta mejora la calidad de atención que podemos ofrecer y, por ende, la calidad de vida de las personas mayores. Lo ideal también es que tengas la posibilidad de especializarte y trabajes con esa especialidad de la mano. Aprovechar la riqueza profesional y personal de una persona para trasladarlo al trabajo es fundamental.
Por lo que nos cuentas, es evidente que la falta de enfermeras especialistas en geriatría en los centros de día afecta la atención a los mayores. ¿Qué nos puedes decir al respecto?
Sí, y es más, en los centros de día es poco frecuente que haya una enfermera en plantilla, lo cual considero que es un gran desafío. La presencia de una enfermera es crucial no solo para detectar problemas de salud antes de que se agraven, sino porque actuamos como un profesional "bisagra". Nos situamos entre la parte física, la parte social y la parte puramente clínica de la atención médica. Cuando surge un problema, somos quienes detectamos, derivamos y prevenimos, asegurando así una atención integral.
Es fundamental que haya enfermeras en los centros de día para mayores. En las residencias donde hay pernocta, la atención de enfermería está más instaurada, y de hecho, tengo compañeras que trabajan en residencias de mayores. Sin embargo, en los centros de día, hasta donde yo sé, no es común contar con este profesional en plantilla.
¿Qué impacto ha tenido este centro en la comunidad desde su apertura?
Desde que abrimos en marzo de 2016, hemos tenido una evolución muy positiva. A pesar de los retos que trajo la pandemia, siempre hemos tenido una gran acogida en el barrio y muy buen feedback de la gente. Esto nos hace sentir muy realizados a nivel profesional. Mucha gente, sobre todo de este barrio, acude al centro diariamente y eso para nosotros es un éxito porque al fin y al cabo nuestro objetivo es revertir el beneficio en la sociedad y asegurarnos de que las personas mayores estén bien atendidas.
¿Cómo se involucran las familias de las personas que asisten a este centro?
No tengo más que palabras de agradecimiento para las familias. Están muy comprometidas y siempre dispuestas a colaborar con nosotros. Su apoyo facilita mucho nuestro trabajo y nos ayuda a seguir el camino que trazamos para mejorar la calidad de vida de los mayores. Por ejemplo, para el Día de los Abuelos, les pedimos a las familias que enviaran vídeos de los nietos, y la respuesta fue increíble. Realmente, sin ese apoyo, sería mucho más complicado realizar nuestro trabajo. Afortunadamente tenemos a nuestro lado familias que lo dan todo por los mayores.
¿Qué recomendaciones darías a otros centros de día para mejorar su atención a las personas mayores?
Creo que es fundamental que haya una enfermera en cada centro de día. Somos un profesional bisagra, ayudamos a alinear y fortalecer las cuatro áreas fundamentales en la atención a la persona: clínica, funcional, social y cognitiva. Si además la enfermera tiene especialización en geriatría, se facilita mucho más la detección, prevención y coordinación del trabajo en equipo.
Por último, ¿animarías a otras enfermeras, especialmente a las que están estudiando, a dedicarse a esta especialidad?
Ylo que animaría es que se dediquen al ámbito que más les guste. Por suerte, tenemos una profesión con muchísimas salidas profesionales y, entre comillas, podemos elegir. Mi consejo para las enfermeras que acaban de salir de la facultad, o para aquellas que a nivel profesional no se sienten todo lo realizadas que quisieran, es que se dediquen al ámbito que más les apasione, sea geriatría, pediatría, enfermería del trabajo, o incluso, por qué no, trabajar de manera autónoma, como en una consultoría de salud.
Les animaría a que, por favor, se dediquen al sector que más les guste, ya sea discapacidad, hospitalización, quirófano, lo que sea. Quizás al principio, al salir de la facultad, no sea tan fácil, pero con el tiempo, al ganar experiencia y pasar por diferentes áreas, se puede decir: "Oye, este ámbito me encanta, voy a intentarlo, voy a apostar por ello y voy a dedicarme a esto".
Yo se lo recomendaría a todo el mundo.