En el marco del Día Mundial de la Diabetes, celebrado el 14 de noviembre, hemos tenido la oportunidad de hablar con Ignacio Couselo, enfermero en el centro de salud de Fontenla Maristany en Ferrol. Con una destacada trayectoria en el tratamiento de personas con diabetes, Couselo comparte su experiencia y reflexiona sobre el papel fundamental de la enfermería en la educación y el apoyo a los pacientes, resaltando la importancia de un enfoque individualizado y de la relación de confianza entre el profesional de la salud y el paciente.
¿Cómo ha cambiado su enfoque en el tratamiento de la diabetes a lo largo de los años?
Pues con el paso de los años y la adquisición de experiencia y conocimiento, mi enfoque ha ido cambiando desde unos inicios centrados en los resultados clínicos del paciente, donde lo más importante era el control glucémico y con poca participación del paciente en la toma de decisiones, a, actualmente, poner el foco principalmente en la situación particular del paciente, intentando darle las herramientas para que gestione su diabetes, haciéndolo responsable y protagonista de su proceso, y acompañándolo en la toma de decisiones.
¿Qué considera que es lo más importante en el papel de la enfermera para mejorar la vida de las personas con diabetes?
Creo que hay varias cosas importantes en este sentido. La formación continuada es fundamental, estar actualizados nos permite ofrecer cuidados de calidad basados en la evidencia disponible en cada momento, lo cual repercute positivamente en la salud de nuestros pacientes. Pero tan importante como el conocimiento, o más, es la relación que establecemos con el paciente. Si somos capaces de establecer una relación de confianza, centrada en las necesidades del paciente y sus circunstancias, entonces será mucho más fácil ayudarlo a gestionar su situación y mejorarla.
La educación en diabetes es fundamental para el autocuidado. ¿Cómo trabaja usted con los pacientes para que comprendan y gestionen mejor su enfermedad?
La evidencia actual recogida en las guías de práctica clínica nos dice que a toda persona con diabetes se les debe ofrecer un programa de educación terapéutica adecuado a sus necesidades. Para ello, un buen marco de referencia es el Proceso Integrado de Diabetes (PAI) publicado por el Sergas en 2023.
En una primera entrevista, trato de conocer "de dónde partimos" realizando una valoración integral para saber qué conocimientos previos o creencias tiene el paciente respecto a la diabetes, cuál es su estilo de vida en cuanto a alimentación y actividad física, qué apoyos familiares o sociales tiene. En atención primaria, muchas veces ya conocemos estos aspectos del paciente, lo cual facilita esa primera entrevista porque ya existe una relación terapéutica establecida.
Una vez sabemos "de dónde partimos", establezco con el paciente los temas a abordar en las siguientes consultas en función de las necesidades detectadas: conocimiento sobre la enfermedad, alimentación, ejercicio físico, manejo y adherencia al tratamiento, objetivos de control, prevención de complicaciones, etc. En cada consulta resolvemos dudas que pudiesen surgir y establecemos objetivos a alcanzar.
¿Cuáles son las preguntas o inquietudes más frecuentes que tienen los pacientes en relación con su diagnóstico de diabetes, y cómo les ayudas a abordarlas?
Principalmente son frecuentes las dudas respecto a la alimentación: "Entonces… ¿ya no puedo comer dulce?" o "¿Cómo puede pasar esto, si yo no tomo azúcar?" Muchas de estas dudas se resuelven mediante la educación terapéutica que realizamos en las consultas.
Otra preocupación habitual, relacionada con el tratamiento, es si van a tener que ponerse insulina. Todavía está extendida la creencia de que el uso de insulina implica mayor gravedad de la diabetes o "que no se hicieron las cosas bien". Explico que es un tratamiento más de los que existen para controlar la glucemia y que, en función de la evolución de su diabetes, es posible que sea necesario en algún momento, pero que esto no significa que el paciente no esté gestionando bien su diabetes.
Por último, las preocupaciones más frecuentes son sobre las complicaciones, especialmente en pacientes con experiencia previa en diabetes. Trato de explorar el origen de esta preocupación y abordo el tema haciendo hincapié en el buen control glucémico como medida preventiva y en los controles regulares para detección precoz.
¿Qué importancia tienen los controles regulares en la prevención de complicaciones de la diabetes y cómo anima a los pacientes a cumplir con ellos?
Respecto a la prevención de complicaciones, trabajo fundamentalmente en la importancia de un buen control glucémico con tres pilares: alimentación equilibrada, ejercicio físico y adherencia al tratamiento. De poco sirve hacer controles si se descuida este aspecto.
Una vez que esto está trabajado, abordo con los pacientes la importancia de realizar controles periódicos por dos razones principales:
- Los controles analíticos, las automediciones de glucemia, tensión arterial, peso, etc., nos dan datos que permiten saber si la glucemia y otros parámetros están bien controlados. En caso contrario, esa información nos ayuda a optimizar el tratamiento y prevenir complicaciones.
- Los cribados y pruebas de detección precoz, como retinografías o la revisión del pie diabético, nos permiten detectar complicaciones de forma temprana para poder actuar sobre ellas.
Sabemos que los cuidados deben adaptarse a las necesidades individuales de cada paciente. ¿Puede darnos algún ejemplo de cómo ha ajustado el tratamiento para atender aspectos específicos, como la cultura, la edad o las condiciones sociales de sus pacientes?
Estas situaciones son frecuentes en atención primaria, de ahí la importancia de la accesibilidad, la continuidad en la atención y la relación entre el equipo de AP y los pacientes, que nos permite conocer tanto al paciente como su entorno.
Un ejemplo sería un paciente anciano con múltiples patologías y tratamientos que tenía una pauta con múltiples dosis de insulina que no lograba gestionar bien, presentando mal control glucémico con hipoglucemias e hiperglucemias. En este caso, junto con su médico y el paciente, decidimos simplificar el tratamiento y reforzar la educación sobre alimentación y manejo del tratamiento para evitar hipoglucemias y lograr un control aceptable.
Otro ejemplo cada vez más frecuente es abordar el tema de alimentación con pacientes migrantes, que tienen costumbres alimentarias distintas. Es necesario conocer bien su patrón de alimentación para poder adaptar las recomendaciones a su realidad.
El cuidado de los pies y la revisión constante son esenciales para las personas con diabetes. ¿Qué recomendaciones prácticas da a sus pacientes para prevenir problemas en esta área?
Además de la exploración en consulta para detectar precozmente complicaciones, es importante que la persona con diabetes sea consciente de realizar autocuidado:
- Higiene diaria y cuidado de la piel: usar agua a no más de 37ºC, secado minucioso, especialmente entre los dedos, e hidratación evitando crema entre los dedos.
- Cuidado de las uñas: utilizar tijeras de punta roma o limas de cartón y acudir al podólogo si es necesario.
- Prevención de lesiones: no caminar descalzo, inspeccionar el calzado, evitar fuentes de calor.
- Uso de calzado adecuado: sin costuras interiores, flexible, con un tacón de 2-3 cm, comprarlos a última hora de la tarde, y usar siempre calcetines sin costuras y de fibras naturales.
- Visitar al podólogo y evitar manipular callosidades.
La diabetes implica un impacto tanto físico como emocional. ¿Qué apoyo proporciona a los pacientes para que puedan enfrentar mejor el estrés y la carga emocional de la enfermedad?
Principalmente escuchando al paciente y acompañándolo en la toma de decisiones sin juzgar, trabajando desde la empatía. En muchas ocasiones, el estrés surge al centrarse solo en cifras de glucemia y no en las necesidades particulares del paciente. Existen múltiples factores que pueden afectar la glucemia y que escapan al control del paciente. En estos casos, lo último que necesitan es sentirse juzgados o culpabilizados.
Es importante reforzar los logros de objetivos, y, en aquellos que no se logran, plantear con el paciente cómo abordarlos, sin culpabilizar.
Con el tema “diabetes y bienestar” para este Día Mundial de la Diabetes, ¿Qué mensaje le gustaría transmitir a las personas que viven con esta condición y sus familias?
Les diría que los profesionales que formamos parte de los equipos de salud, tanto en atención primaria como hospitalaria, podemos ayudarles a llevar una vida mejor con diabetes. Sin embargo, creo que el mensaje es más adecuado para los responsables políticos y gestores que pueden tomar decisiones que repercuten en una mejor atención sanitaria.