Este sábado se celebra el Día Internacional de las Urgencias y Emergencias, uno de los grandes pilares de nuestro sistema de salud. El lema de este año es Tu seguridad, nuestra prioridad. Con este lema quieren llamar la atención sobre un reto creciente para la salud pública global, tal como advierte la Organización Mundial de la Salud. Insta a los estados miembros a que reconozcan la seguridad del paciente como una prioridad sanitaria.
La culminación del proceso de aprobación de la Especialidadprimaria de Urgencias y Emergencias es la mejor garantía para la seguridad del paciente. Hacer posible la formación adecuada del personal sanitario que lo atiende redunda en su seguridad.
Charlamos con Iria Martínez, enfermera de Urgencias del CHUAC, que trabaja en el hospital desde hace 18 años.
-¿Como llega el colectivo a este Día internacional de las Urgencias y Emergencias?
Después de la pandemia, llegamos un poco cansadas, pero con ganas. Tuvimos mucho que pelear y llegamos con unas ratios muy justas. Tenemos bastantes problemas con las contrataciones y con la reposición del personal que se está jubilando. Y encima aumenta la demanda por parte de la población. Primaria está saturada y casi todo desemboca aquí. También apreciamos que la población sigue viniendo directamente a Urgencias cuando tienen algo. Sobre todo, la gente joven. Es una herencia de la pandemia. Su referencia en aquellos meses fue el servicio de Urgencias del hospital, que era lo que estaba abierto.
-¿En qué se nota la falta de personal?
Sobre todo en las contrataciones para cubrir las vacaciones o la oposición que se va a celebrar en unos días. Siempre tenemos la duda de si podremos pedir días libres porque no hay recambio, si vamos a tener que ajustar las vacaciones, pendientes de si va a haber gente o no. Y encima el cansancio tras la pandemia. Ahora que ha pasado, se nota la carga emocional que hemos tenido todos.
-¿De qué forma afecta la sobrecarga asistencial?
Se nota mucho. Y encima hay lista de espera en Primaria. Hoy (por ayer) un paciente vino a Urgencias porque su médico de cabecera le dio cita para dentro de tres semanas. Y con un dolor abdominal no va a esperar tanto tiempo.
-Todavía falta concienciación para un uso correcto de los servicios sanitarios.
Sobre todo el uso de los PAC. Por ejemplo aquí en A Coruña hay gente que todavía desconoce el funcionamiento de la Casa del Mar. Y todo repercute aquí.
-¿Qué mejoraría en los servicios de Urgencias con la especialidad?
Es muy importante para Enfermería. Al final, eres chica para todo y vales para todo, pero realmente hay que especializarse en el área en el que estás trabajando. En Galicia, a nivel extrahospitalario, hay ambulancias que funcionan solo con enfermera y técnicos. Tiene que haber una formación específica, porque adquieres unas competencias que no tiene una enfermera de base recién incorporada. La atención al paciente crítico siempre es muy específica. Otro ejemplo es el triaje. Debería realizarse a través de personal especializado. Hay que conocer al paciente y en pocos segundos discriminar si es una urgencia o no y a donde derivarlo. Esos conocimientos nos los daría la especialidad.
-¿Urgencias es un lugar seguro para las enfermeras?
Urgencias tiene muchos problemas de seguridad. Después de la COVID, hemos notado muchísimo el aumento de los problemas relacionados con la salud mental. Nuestro servicio no está bien diseñado para estos pacientes. Muchas veces estamos a solas con un paciente agitado, desorientado o agresivo. ¿Hasta que punto eso es seguro? Son personas que aquí se pueden pasar tres o cuatro días en cubículos sin luz natural, por ejemplo, y sin personal específico para ellas. No hay camas para ingresar en Oza. Aquí en A Coruña tenemos una unidad de psiquiatría muy pequeña, infradimensionada para la población que tenemos. Los problemas de seguridad se ven en momentos de sobredemanda asistencial por los famosos pasillos. Ahora llevamos una temporada buena, pero cuando tenemos pacientes en dos o tres pasillos, ¿qué seguridad hay para ellos?