Cuidados de hospital al calor del hogar en A Coruña: “Nuestras camas están en cinco concellos”

Fuente: La Opinión Coruña

Si usted se pusiese malo y pudiese elegir entre ingresar en el hospital o recibir la misma atención médica y de enfermería en su casa, ¿qué escogería? Es muy probable que su respuesta sea la segunda opción: quedarse en su cama o en el sofá de su salón, rodeado de sus seres queridos, con su baño, su tele, sus libros, todas sus cosas... antes que pasarse varios días o semanas en la habitación de un centro sanitario.

Esa es la filosofía de la Hospitalización a Domicilio (HADO), una alternativa al ingreso convencional que proporciona a los pacientes asistencia “integral y personalizada”, con niveles diagnósticos, terapéuticos y de cuidados “de rango hospitalario”, al calor de su hogar. El Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac) fue el primero en contar con una Unidad de HADO en Galicia, en funcionamiento desde 1987 e integrada, en la actualidad, en el Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos. Da cobertura a la ciudad de A Coruña y sus cuatro concellos limítrofes, pero proyecta expandirse más allá, “a medida que se ganen recursos y espacio físico”. Solo en 2023, sumó más de 1.400 ingresos, el 40%, desde Urgencias. Una cifra que no ha dejado de crecer, “sobre todo, en la última década”.

“Quien nos conoce, ya pide ir a HADO”, reivindica el doctor Fernando Lamelo Alfonsín, responsable del Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos del Chuac, con base en el Hospital Marítimo de Oza y que, como su propio nombre indica, integra también la Unidad de Cuidados Paliativos, “con entre 23-25 camas hospitalarias”, así como la Unidad de Coordinación y Apoyo asistencial a Residencias sociosanitarias, “pionera” en Galicia —“pienso que en España tampoco hay nada con nuestra visión” , recalca—, y que da cobertura a los cerca de 4.100 usuarios de esos centros en el área sanitaria. “Son las tres patas de nuestro servicio”, resalta el doctor Lamelo, antes de detallar cómo trabajan en la Unidad de “HADO convencional”. “Atendemos a pacientes que tendrían que estar en el hospital pero a los que, por circunstancias, por zona de cobertura y porque tienen un cuidador, les prestamos la asistencia hospitalaria en su domicilio”, señala, y detalla que, en la actualidad, la Unidad de HADO del Chuac desarrolla su labor en A Coruña y su cinturón metropolitano (Arteixo, Cambre, Culleredo y Oleiros). “Unos 370.000 habitantes” en total.

La idea es ir cubriendo más área, en la medida en que vayamos ganando recursos, espacio físico... Siempre con una salvedad, y es que nuestra cartera de servicios no puede ser igual en la ciudad de A Coruña y en una isocrona de 10-15 minutos, que a una hora. En HADO vemos, sobre todo, a pacientes muy agudos derivados desde Urgencias, con lo cual a veces hay que visitarlos mañana y tarde”, explica el doctor Lamelo, quien subraya que, junto con “el área de cobertura”, el ingreso en HADO requiere cumplir una serie de criterios “prácticamente comunes en toda España”, y que en el Chuac “casi no han variado” desde la creación de su Unidad, en 1987.

 

“Para entrar en HADO, los pacientes han de tener un motivo de ingreso hospitalario, así como una estabilidad clínica, es decir, que no se prevea que, en pocas horas, vayan a ir a peor. Ese es el principal criterio”, apunta el responsable del Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos del complejo hospitalario coruñés. “Además, han de tener un cuidador responsable de ellos que pueda colaborar con nosotros en la administración de fármacos y en una serie de cuestiones. No pueden estar solos, en una palabra. Solo en casos excepcionales, y muy puntuales, atendemos a un paciente solo, válido y que necesite un antibiótico hospitalario. Lo normal es que siempre haya un cuidador a quien adiestremos, y que nos pueda llamar si el paciente se deteriora”, prosigue.

“Y luego hay otro criterio, que se presupone y que, hoy en día es más fácil de cumplir, y es que los domicilios de los pacientes estén en condiciones aceptables, y que haya un teléfono. Antiguamente, no existían los móviles y no en todas las casas había teléfono fijo, y eso ya era una cierta contraindicación, porque en HADO tenemos que hacer mucho contacto telefónico. Aparte de la enfermería y de la visita médica, hay mucho seguimiento telemático. En su momento telefónico, y ahora también a través de videollamada”, añade.

Gestión y valoración de pacientes

Además, los pacientes susceptibles de necesitar ingreso en Cuidados Intensivos (UCI) “no serán candidatos de ir a HADO”, porque los equipos médicos y de enfermería de esa Unidad no podrían “realizar ese tratamiento”, igual que tampoco lo serán aquellos que precisen “un fármaco determinado” que “no pueda administrarse en casa”. “A día de hoy, se puede poner casi todo, bien por nuestros medios o bien con la colaboración del cuidador o a través de bombas de infusión”, afirma el doctor Lamelo, quien insiste en que, “desde 1987, cuando había un antibiótico”, el “arsenal terapéutico” se ha “incremento mucho”.

“Los criterios de ingreso en HADO son esos, y son únicos”, hace hincapié el doctor Lamelo, antes de reivindicar la “magnífica labor” que lleva a cabo el doctor Álvaro Dubois Silva, internista que integra la Unidad de Gestión y Valoración de pacientes de HADO, a la hora de establecer qué pacientes los cumplen y cuáles no. “Antiguamente, todos los médicos de HADO hacíamos todo. No obstante, con el crecimiento del servicio, optamos por generar una única figura que recibiese todas las llamadas e interconsultas electrónicas de pacientes de Urgencias del hospital; que valorase si son candidatos o no a ingresar en HADO; y, una vez decidido que es así, que hiciese todas las gestiones necesarias con Farmacia, ambulancias... para trasladarlos al domicilio”, indica el responsable del Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos del Chuac, quien especifica que, “posteriormente, al final de la mañana”, en la “reunión de equipo de HADO”, el propio doctor Dubois “distribuye o asigna los distintos ingresos nuevos a los médicos correspondientes”.

Un equipo de referencia para cada paciente

“Siempre hay un facultativo de referencia en el domicilio para el paciente, y siempre es el mismo”, continúa el doctor Lamelo, quien detalla que HADO cuenta con “cuatro o cinco equipos médicos y seis de enfermería, de mañana”, y “con dos médicos y tres de enfermería, en horario de tarde”. “El equipo asignado a cada paciente será el responsable de acompañarlo, tratarlo y cuidarlo durante toda su estancia en nuestro servicio, así como de las gestiones múltiples que genere, igual que si estuviese en la planta de un hospital, solo que nuestras camas están en cinco concellos, lo cual añade un poco más de complejidad”, apunta el responsable del Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos del Chuac, no obstante, reconoce que “la capacidad de ver pacientes” de los equipos de HADO “es menor que en una planta” hospitalaria.

“Allí sales de una habitación, entras en otra y te vas a tu despacho. En HADO dedicamos una parte de nuestro tiempo al desplazamiento hasta cada domicilio. Esto forma parte de nuestra jornada, aunque no es trabajo puramente asistencial”, refiere, antes de reivindicar “desde la perspectiva de alguien que entró en HADO en mayo de 1994, sin conocer nada de ese mundo” , y que “no ha vuelto a salir de él porque enamora”. “HADO tiene sus dificultades, obviamente, porque subimos escaleras, nos mojamos, cargamos pesos... Tiene una complejidad añadida al trabajo propio de los médicos y del personal de enfermería, pero en realidad es muy parecido a lo que ya hace cien años hacían los facultativos, que iban a las casas, veían a los pacientes... aunque nosotros los vemos en una situación muy aguda, muy compleja, por eso tienen criterio de hospitalización”, reitera el doctor Lamelo, quien llama la atención, en este punto, sobre la necesidad de “diferenciar muy mucho”, dado que “a veces hay confusión”, lo que es “atención domiciliaria de lo que es HADO”.

“Atención domiciliaria es una competencia pura y dura de Primaria, de los equipos de atención continuada, que hacen una labor enorme, pero no es HADO. La diferencia es que nosotros tratamos en el domicilio a pacientes que precisan cuidados de rango hospitalario, mientras que los compañeros de Primaria tratan a pacientes que requieren cuidados médicos, del tipo que sea, pero que no necesariamente son de ese rango. Por ejemplo, ellos no hacen transfusiones de sangre; nosotros, sí. Hoy es impensable que muchas de las actividades de HADO las pueda hacer un médico de Primaria, no tanto por capacidad (seguramente estarían más que capacitados), sino por recursos y por la costumbre de atender a esos pacientes”, expone.

Implicación emocional

El de HADO es un trabajo en el que, además, entras en la vida de los pacientes, que nos abren las puertas de su casa, su intimidad, sus habitaciones... Para nosotros es un honor que lo hagan”, prosigue el doctor Lamelo. Y es que, en los domicilios, señala, “ves la carencia de recursos, en muchos casos, y lo que genera la enfermedad en una familia”, así como “el drama que supone, distinto si es un proceso agudo o un proceso de final de la vida, porque la implicación emocional también lo es”. “Hay mucha gente con la que llevamos muchos años ‘conviviendo’, y viendo nacer a sus hijos o fallecer a sus padres, por así decirlo, de ahí que nuestra implicación emocional vaya mucho más allá de una intervención puntual en esos casos”, admite.

Cambia de registro, el responsable del Servicio de Hospitalización a Domicilio-Cuidados Paliativos del Chuac, para detallar que, el año pasado, HADO sumó “unos 1.400 ingresos” en la ciudad de A Coruña y sus concellos limítrofes, una cifra que se ha ido incremento progresivamente. “En la última década, nuestros pacientes han aumentado mucho, en la medida en que también hemos crecido en recursos humanos y, sobre todo, desde que creamos la Unidad de Gestión y Valoración. Antes todos veíamos a pacientes en Urgencias, en las plantas hospitalarias, en las casas... con lo cual, ni la eficiencia ni el tiempo eran los mismos. Ahora hay un compañero que hace todo eso, y los equipos médicos y de enfermería, en general, se dedican a ver a los pacientes en los domicilios o en las residencias”, recalca el doctor Lamelo, antes de especificar que “el 40%” de los pacientes de HADO “proceden de Urgencias” y “un 20%”, de las diferentes plantas hospitalarias.

 


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