Avanzar en el reconocimiento pleno como prescriptores en su ámbito de actuación y desarrollar las especialidades y la enfermería de práctica avanzada (EPA) son algunos de los retos clave. Y todo ello con un objetivo claro en mente: avanzar, de forma simultánea, en los terrenos político, legislativo y competencial.
Estas son algunas de las conclusiones emanadas de la llamada cumbre enfermera, que se ha celebrado en Madrid y en la que han participado representantes del Consejo General de Enfermería (CGE), los consejos colegiales autonómicos y las presidencias y juntas de gobierno de los distintos colegios enfermeros. El CGE ha puesto sobre la mesa la falta de planificación política -a nivel nacional, autonómico y local- a la hora de tomar decisiones que afectan al colectivo que representan, y esa falta de iniciativa, asegura la organización colegial, amenaza con bloquear el propio sistema sanitario.
La prescripción enfermera, el desarrollo de las especialidades y la implantación de nuevas herramientas tecnológicas y de gestión colegial son ejemplos de algunos de los temas más acuciantes que han salido durante esas jornadas.
En este sentido, Enfermería insiste en la necesidad de avanzar en la reforma de la Ley del Medicamento, para que se incorpore, de hecho, a los enfermeros como prescriptores, "en todo lo que tiene que ver con nuestra área de cuidados, del mismo modo que se hace, por ejemplo, con médicos, odontólogos o podólogos en las suyas", dice Diego Ayuso, secretario general del CGE. "No queremos prescribir nada en ningún terreno que no sea nuestra área propia de competencias, pero sí en ella, para atender de forma más ágil y efectiva al ciudadano", añade.
Para ello, quieren avanzar en la "prescripción colaborativa", con el seguimiento y control del tratamiento prescrito por el médico, a través de las seis guías ya publicadas en hipertensión, diabetes, quemaduras, heridas, anticoagulación oral y ostomía. En las próximas semanas se publicará la guía de fiebre, y están muy avanzadas las de tabaquismo, anestésicos locales, salud sexual y reproductiva y parto y puerperio.
Desarrollar una estrategia de información y comunicación es clave "para que la sociedad visualice lo que enfermería aporta al sistema", dice Rita María Mendoza, presidenta del Colegio Oficial de Enfermería (COE) de Las Palmas, quien insistió en la importancia del reconocimiento de los enfermeros como "prescriptores natos", sin tener que hacer cursos de nivelación, "porque recibimos una formación con alto nivel de competencia, equiparable a otras categorías profesionales".
"Envolvente" es la palabra elegida para definir esa estrategia de información y comunicación, porque debe estar dirigida a la ciudadanía, pero también a los propios profesionales sanitarios, "para desterrar cualquier pensamiento sobre posible invasión del trabajo de otros", dice Mendoza.
Con respecto al retraso en el reconocimiento de las especialidades ya aprobadas -para avanzar luego en el reconocimiento de otras, así como en el modelo de enfermería de práctica avanzada-, Ayuso ha recordado que el CGE quiere que esas especialidades "sean un requisito para ejercer en sus respectivos ámbitos". Se refiere el secretario general del CGE a las de Geriatría, Familiar y Comunitaria, Pediatría, Medicina del Trabajo y Salud Mental. "De momento, solo tiene desarrollo efectivo en todo el territorio la de Matrona, y sobre la Médico-Quirúrgica parece claro que será necesario darle una vuelta", dice Ayuso.
El argumento de fondo es que las especialidades, y las enfermeras que se han formado en ellas, no son intercambiables, porque el objetivo último de esa especialización es "dar la mejor respuesta posible a las necesidades de la población en un ámbito cada vez más complejo". Ayuso lanza una pregunta retórica al aire: "¿Tendría sentido formar a un pediatra para que trabaje como oftalmólogo? Si la respuesta es no, ¿por qué se admite en enfermería?"
Falta reconociemiento nacioanal
Con respecto a la enfermería de práctica avanzada (EPA), sigue sin existir reconocimiento alguno a nivel nacional, aunque sí se han dado pasos a nivel autonómico. "Existen áreas con una especificidad tal que requieren cierta expertía o formación adicional, por implicar un conocimiento complejo, y esto pasa por desarrollar la enfermería de práctica avanzada”, argumenta el secretario general del CGE:
En la misma línea, Ana María González Pérez, secretaria del COE de Tenerife, destaca las "importantes diferencias" entre autonomías y la necesidad de que el CGE lidere la definición de esa hoja de ruta, clarificando las competencias y el ámbito de actuación de las enfermeras generalistas, las especialistas y la enfermería de práctica avanzada, con perfiles laborales y puestos de trabajo específicos "que respondan a las necesidades ciudadanas".
Afrontar este reto -añade González Pérez- exige definir conceptos y unificar mensajes, también en temas formativos, incluyendo los diplomas de áreas de capacitación específica -en las especialidades- y los diplomas de acreditación avanzada, en formación continuada.