Vanesa Vaamonde, supervisora del hospital de día de oncología del Clínico: "Nos enfrentamos al estrés diario de satisfacer las necesidades emocionales de un gran número de pacientes sin apenas ayuda"

El número de casos de cáncer que se diagnosticarán este año en España se estima que rondará los 286.000, según el informe Las cifras del cáncer en España 2024, editado por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM), en colaboración con la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN). La cifra es ligeramente superior (un 2,6 % más) a la que el anterior informe estimó para el año 2023. En el día mundial contra el cáncer, charlamos con Vanesa Vaamonde, supervisora del hospital de día de oncología del hospital Clínico de Santiago desde el pasado mes de octubre. En esta unidad lleva 10 años. Estuvo en las salas de tratamiento desde 2020, año en el que se hizo cargo de la consulta de enfermería.

-¿Cómo es el día a día en el hospital de día de oncología?

El trabajo en el hospital de día de oncología lleva un ritmo frenético para poder atender a todos nuestros pacientes. Empezamos a las 8:00 y terminamos a las 22:00 horas. Tenemos una media de 100 pacientes diarios. El día comienza con la extracción sanguínea necesaria para la consulta médica y, a partir de ahí, ya empezamos con la administración de los tratamientos de quimioterapia a lo largo de toda la jornada. Así mismo, realizamos otras técnicas en la unidad como las transfusiones de hemoderivados, diferentes tipos de curas y paracentesis. Atendemos también a los pacientes con distintos síntomas, como mal control de dolor, nauseas, vómitos, etc...

-¿Cuántas enfermeras trabajan bajo tu supervisión? 

En el hospital de día están trabajando actualmente 9 enfermeras en las salas de tratamiento, aunque está previsto que en las próximas semanas se incorpore una más. Disponemos también de una consulta de enfermería y una enfermera gestora. Además, también contamos con 5 técnicos de enfermería.

-¿Qué diferencia hay con el trabajo oncológico que se realiza en planta?

El hospital de día se dedica al tratamiento ambulatorio, es decir los pacientes no tienen que ingresar para recibir su tratamiento de quimioterapia.  Nosotras nos dedicamos básicamente a la administración de los tratamientos, extracción de analíticas de sangre y alguna otra técnica más. En planta se administran muchos menos tratamientos y el trabajo está más enfocado a los cuidados  en las complicaciones que se puedan derivar de la enfermedad.

-¿Cuáles son los principales cuidados enfermeros a los pacientes oncológicos?

El paciente oncológico es un paciente que requiere unos cuidados especializados. Además de la administración de los tratamientos, la enfermera oncológica se dedica al control de los efectos secundarios del tratamiento, como las náuseas y vómitos; el control del dolor, siempre atentas a los signos y a las necesidades del paciente. Proporcionamos también apoyo emocional y escuchamos las preocupaciones del paciente. Ayudamos a la prevención de las infecciones debido a la vulnerabilidad del sistema inmunológico y a la monitorización del estado nutricional, proporcionando dietas adecuadas según las necesidades individuales. Fomentamos la educación del paciente, de los cuidadores y el autocuidado, intentando que el paciente sea independiente el mayor tiempo posible.

-¿Cómo es el trato de la enfermera con el paciente de cáncer? 

Intentamos tener un trato lo más humanizado posible, atendiendo no sólo a sus necesidades físicas, sino también sociales, culturales y espirituales. Un trato amable para poder dar unos cuidados individualizados donde la empatía debe de tener un papel protagonista.

-Los especialistas prevén que los cánceres más diagnosticados durante el 2024 en España sean los cánceres de colon y recto, mama, pulmón, próstatay vejiga urinaria. ¿Qué cáncer es el de mayor prevalencia en vuestra unidad? ¿Ha cambiado el dato en los últimos años?

En nuestra unidad, se cumple la tendencia del resto de España. Los cánceres más prevalentes son el de mama, el colorrectal y el pulmón. En mis años de experiencia, mi percepción es el aumento de cáncer de pulmón en mujeres, debido al incremento del tabaquismo en este sector de la población. 

-¿Ha cambiado en los últimos años el perfil del paciente? 

Sí que hemos observado una disminución en la edad de los pacientes con cáncer que acuden a nuestra unidad. Esto puede ser debido a los cribados poblacionales que están implementados y también al aumento de la preocupación en la población por su salud, con lo cual se hacen más autoexploraciones, por ejemplo, y más revisiones médicas rutinarias. 

-Los cuidados son el centro de la estrategia mundial contra el cáncer. ¿Cómo ha evolucionado la enfermería oncológica desde que tú empezaste?

La enfermería oncológica avanza buscando siempre la calidad asistencial, la estandarización de los cuidados, asegurando su continuidad, y, muy importante, avanzando en la seguridad del paciente, que debe de ser nuestra prioridad. La investigación enfermera, que es una parte imprescindible en nuestra profesión, podemos decir que empieza a ser una realidad.

-¿Cómo combatís el llamado desgaste profesional y hasta qué punto os preocupa?

La enfermería oncológica es una profesión que requiere un contacto diario con los pacientes junto con un gran esfuerzo físico y emocional. Sí que estamos preocupadas, ya que nos enfrentamos al estrés diario de satisfacer las necesidades emocionales de un gran número de pacientes sin apenas ayuda. También reconocemos el apoyo y soporte de nuestras familias y compañeros para conseguir enfrentarnos y superar estas situaciones estresantes.

-¿Cómo se detectan estas situaciones de estrés? 

El nuestro es un equipo joven, en el que trabajamos de forma muy unida. Hemos visto que una forma de evitar estas situaciones de desgaste es la buena comunicación que hay en el equipo y el ambiente de confianza, con lo que, cuando detectamos alguna situación de estrés, se pueda atajar de forma temprana y eficaz, sobre todo con la ayuda de nuestra psiconcóloga.

-¿Cómo os formáis para disminuir las consecuencias del manejo y administración de tratamientos peligrosos?

En nuestro hospital, el hospital de día oncológico se considera una unidad especial por lo que para poder empezar a trabajar en ella se necesitan ocho semanas de formación. Además, todas las semanas realizamos una sesión formativa en la que se exponen las novedades en la administración de estos fármacos, sobre todo en tratamientos más novedosos y actualizaciones.

-¿De qué forma han afectado al trabajo de las enfermeras los avances de los últimos años como la inmunoterapia, la terapia génica o la terapia personalizada?

Todos estos avances han conseguido un aumento de supervivencia en los pacientes con cáncer con lo que las enfermeras nos enfrentamos a pacientes que viven más y también a pacientes más ancianos, con lo cual más vulnerables y a veces frágiles. Ante esto, la enfermera oncológica debe de estar preparada para adaptar los cuidados a este tipo de pacientes. 

-¿Qué es lo mejor y lo menos bueno de trabajar en oncología?

La enfermera oncológica es una pieza esencial en el cuidado de los pacientes y poder acompañarlos en su enfermedad es una gran satisfacción personal. Lo menos bueno es enfrentarse al sufrimiento de los pacientes. 


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