Carmen Neiro, finalista de los Premios Nacionales de Enfermería: "Valoro el trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeras y la colaboración en un ambiente a menudo desafiante como es el hospitalario"

A Carmen Neiro le apetece ganar el Premio Nacional de Enfermería. Pero además se lo merece. "Estoy muy agradecida a quien creyó en mí al principio y a quién me apoyó durante mi trayectoria. Tras 29 años de experiencia profesional, su compromiso con la profesión está fuera de dudas. "He trabajado en unidades de críticos y desde el año 2000 adscrita al servicio de cardiología, con roles no sólo de enfermera asistencial, sino también en labores de gestión, investigación y docente, con capacidad para adaptarme a diferentes escenarios clínicos y contribuír de diferentes maneras al ámbito de la salud".

Carmen se define como "una defensora de la profesión. Aprovecho cualquier oportunidad o plataforma para pedir el reconocimiento de más especialidades en enfermería, mostrando el deseo de ver crecer y evolucionar nuestra profesión y dándole visibilidad. Estoy muy implicada en la docencia de profesionales, pacientes y de las nuevas generaciones y comprometida con la investigación, buscando constantemente formas de mejorar la atención sanitaria, los protocolos y el avance de la ciencia."

En la actualidad, Carmen es la supervisora de la Unidad de Cuidados Coronarios e Intermedios y Consultas externas de Cardiología en el Complexo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela, además de continuar con su actividad asistencial en rehabilitación cardíaca. Es candidata al Premio Nacional de Enfermería en la categoría de ámbito asistencial, a propuesta del Colegio de Enfermería de A Coruña.

 Vota aquí hasta el sábado 30 de septiembre para que Carmen gane el Premio Nacional de Enfermería 

 -¿Qué significa para ti este reconocimiento y cómo te sientes al ser parte de este selecto grupo de profesionales?

Para mí ya es un trofeo estar entre las cinco finalistas de toda España, dentro de la categoría asistencial. Me siento muy ilusionada y agradecida por los que pensaron en mí a la hora de proponerme para este galardón.

-¿Con qué desafíos te enfrentas en tu labor profesional y cómo los superas?

A nivel asistencial, ante la sobrecarga de trabajo, intento priorizar tareas, si es posible eliminar aquellas que consumen mucho tiempo y no aportan un gran valor. A nivel de gestión, como supervisora de unidad, durante estos últimos años vivimos una falta de enfermeras que no es sólo en nuestro entorno, sino que se observa a nivel mundial. Tras tres años de experiencia en este terreno se va llevando con optimismo e intentando pensar en positivo. Para muchos de los desafíos diarios intento pedir ayuda. Si me encuentro muy saturada, dándole vueltas a lo mismo, me apoyo en los profesionales que me rodean.

-¿Cuáles son las cualidades y habilidades que una enfermera debe tener para ofrecer una atención asistencial de alta calidad?

La enfermera requiere conocimientos, habilidades y actitudes para realizar acciones en cada una de sus áreas: asistencial, gestora, docente, investigadora… El valor de una enfermera lo forman los conocimientos y habilidades, pero la actitud, la forma de ser, es lo que más aporta. Las enfermeras somos uno de los agentes de educación para la salud más importantes en salud general y específicamente en materia cardiovascular. El nivel de confianza de los pacientes en nosotras es muy alto debido a nuestra cercanía terapéutica y por nuestra capacidad para aportar una visión amplia y holística (biológica, psicológica, social…). También debemos tener habilidades de comunicación con los pacientes, no realizar valoraciones, evitar regañarlos o lanzar mensajes en negativo. La clave es preguntar antes de recomendar  y escuchar. Concienciarlos de la importancia de adquirir un papel activo en la autogestión del estado de salud, que sea el paciente quien decide y maneja su enfermedad. La verdad es que el hecho de que la misma enfermera acompañe al paciente durante todo su proceso asistencial facilita mucho la comunicación y la empatía. En resumen, para que una enfermera desarrolle buenas prácticas es necesaria la presencia conjunta de cinco componentes: saber (conocimientos); saber hacer (habilidades); saber ser (actitudes); querer hacer (motivación) y poder hacer (medios).

-¿Cómo se implementa el trabajo multidisciplinar con otros profesionales de la salud para garantizar una atención integral y coordinada para los pacientes?

El trabajo de los demás repercute en el tuyo propio y lo más importante es que el paciente sienta que hay alguien presente en cada una de sus necesidades. El trabajo en equipo resulta vital, pues requiere la colaboración entre profesionales, tirando todos en la misma dirección, teniendo en cuenta la opinión de todos y conociendo cada uno cuál es su papel dentro del equipo. Valoro el trabajo en equipo, la solidaridad entre compañeras y la colaboración en un ambiente a menudo desafiante como es el hospitalario. Por ello me parece importante tener definidos los roles no sólo sobre el papel, sino poniéndolos también en práctica. Una tarea pendiente es la continuidad asistencial.

-La enfermería implica un constante aprendizaje y crecimiento profesional. ¿Cómo te mantienes actualizada?

Las enfermeras necesitamos una formación y capacitación continuas, además de un aprendizaje a lo largo de nuestra trayectoria profesional. Cada vez las enfermeras somos más autónomas, con mayor competencia técnica y científica. Es imprescindible conocer las guías de práctica clínica y evidencias actualizadas para optimizar la atención sanitaria. Actualizar nuestros conocimientos de forma periódica (ya sea realizando cursos o impartiéndolos) es fundamental para mejorar profesionalmente, ya que la Enfermería es una profesión evolutiva, en constante transformación. Pertenezco a una asociación de enfermería en cardiología y también formo parte como vocal a nivel autonómico. Participo en congresos tanto a nivel local, autonómico o nacional con trabajos de investigación, ponente en mesas redondas…

-¿Cuáles son los retos de la profesión a corto plazo? 

Por parte de la población general que se nos deje de ver a las enfermeras como un área de apoyo a otras carreras sanitarias. Lograr pertenecer a la categoría profesional de Grupo A1, donde se reconozcan nuestras especialidades y ser enfermeras más autónomas. Transitar a modelos de gestión orientados a la planificación de recursos humanos que garanticen una dotación segura y apropiada de personal de enfermería y así conseguir ratios enfermera-paciente no sólo en cuanto a cantidad, sino también enfermera asignada a nivel de cuidados que necesite el paciente.

También, la implementación de tecnologías de información y comunicación (TIC’s), la digitalización de los servicios, que en nuestro caso aún es en papel. Son muchas las barreras con las que nos enfrentamos muchas veces las enfermeras en el ámbito asistencial e investigador (éste muchas veces no reconocido y a mayores de nuestra jornada laboral). Debemos disponer de sesiones de enfermería para mantenernos actualizadas dentro de nuestra jornada laboral.

-¿Podrías compartir una experiencia personal o un caso que consideres representativo de tu labor asistencial como enfermera?

Tendría muchos casos de mi labor asistencial durante estos 29 años de experiencia al servicio de la salud. Por ejemplo, con pacientes que han sufrido un Síndrome coronario Agudo. La enfermera es el primer contacto que tienen antes de acudir a rehabilitación cardíaca y tenemos con ellos la “consulta de puerta abierta”. El paciente y su entorno tienen acceso libre, sin cita previa para resolver dudas o generar alarmas en su salud. Vemos cómo les cambia la cara, desde su primera sesión a la que llegan temerosos, con miedo a ver a qué exigencia de ejercicio se les va a someter, hasta que terminan el programa de rehabilitación cardíaca queriendo continuar más tiempo con nosotros y hacen el balance de los logros obtenidos. Pues bien, durante una de las sesiones un paciente sufrió un desmayo. Sus compañeros, que habían acudido a un taller de Reanimación cardiopulmonar con nosotros, no se quedaron de brazos cruzados y nos ayudaron a la fisioterapeuta y a mí.


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